Tarta de cumpleaños para un esforzado viticultor

 

Sesenta es un número redondo y hay que celebrarlo con una tarta personal e intransferible. Una tarta grande para que pudiera caber, por lo menos una parte, de todo lo que yo quería ponerle, las parras con sus racimos, los conejos que se las comen, la zona de huerto, la charca con los galápagos, el nogal. Me faltaron algunas cosas, muchas: los calabacines gigantes, la perrita Mariposa, la cúpula geodésica…

 

 

Ingredientes

Bizcocho
5 huevos
3 claras
300 g. de harina
250 g. de azúcar
3/4 taza de aceite
2 cucharaditas de levadura en polvo

Batir las claras a punto de nieve con el azúcar, mezclar las yemas con el aceite y añadirlas al merengue, por último, incorporar la harina tamizada con la levadura, suavemente sin batir.

Untar de mantequilla el molde y cubrirlo con harina sacudiendo la que sobre, echar la masa, alisar y meter en el horno precalentado a 180º durante 30 o 35 minutos.

Está hecho cuando al pincharlo con una aguja, sale limpia. Dejar unos minutos y desmoldar sobre una rejilla para que se enfríe.

 

Crema pastelera
500 ml de leche
100 g de azúcar
3 yemas
50 g de maizena

Poner a calentar la leche en un cazo, batir las yema con el azúcar. Desleir la maizena con un poco de leche fría y mezclar con la yemas, echar la leche hirviendo sobre la mezcla, colar y poner otra vez al fuego lento moviendo sin parar hasta que espese.

Crema de chocolate
100 g de queso crema
30 g de azúcar glas
100 g de mantequilla
200 g de chocolate

Fundir el chocolate con la mitad de la mantequilla y dejar templar, mezclar la otra mitad de mantequilla blanda con el azúcar glas y el queso, añadir el chocolate poco a poco y seguir mezclando hasta que quede una crema uniforme.

1/3 de paquete de galletas digestive molidas
Galletas de mantequilla decoradas

Montaje
Abrir el bizcocho por la mitad, poner una parte en el plato de servir y rellenar con la crema pastelera todavía caliente para que penetre bien en los agujeros del bizcocho, tapar con la otra parte y dejar enfriar.

Untar los laterales con la crema de chocolate y cubrir la superficie con las galletas molidas, hacer surcos con un tenedor y decorar con las galletas.


Creo que le hizo mucha ilusión verse a sí mismo en su finca con sus cultivos, a los niños también les gustó.
Para estas cantidades utilicé un molde rectangular de 33 x 26 cm.

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