Panna cotta de fresas

Descubrí la panna cotta en un libro de cocina que me regalaron dos amigas italianas de mi hija, cuando las invitó a pasar unos días en casa.
Coincidió en esos días la celebración de la Copa de Europa 2008, Italia contra España. Ellas son aficionadas al fútbol y quisieron ver el partido, ya se sabe, estaban fuera de su país, jugaba su selección… así que nos sentamos delante de la televisión, y cuando ganó España, todos pusimos cara de circunstancias, de los detalles ni me acuerdo, ha sido la única vez en mi vida que he visto completo un partido de fútbol.

Ingredientes

300 ml de nata
300 ml de puré de fresas
40 g de azúcar
3 hojas de gelatina

Poner a remojar en agua fría las láminas de gelatina.
Mientras calentar a fuego lento en un cazo  la nata con el azúcar,  hasta que esté a punto de hervir y apartar del calor.

Escurrir la gelatina y disolver en la nata removiendo bien. 
Añadir el puré de fresas, mezclar y repartir en seis copas o vasitos. 


Dejar que cuaje en el frigorífico como mínimo cuatro horas, mejor toda la noche.


Decoración
200 ml de nata
250 g de fresas

Un poco antes de servir, montar la nata bien firme, poner en una manga pastelera con boquilla rizada, lavar, secar y cortar las fresas y decorar las copas. Conservar en frío hasta el último momento.


La receta es para cuatro personas pero aquí he aumentado las cantidades para seis raciones y he sustituido la leche por la misma cantidad de puré de fresas, el resultado es una crema suave y poco dulce, que tuvo mucho éxito.
Es muy fácil y rápida de preparar, solo hay que contar con el tiempo de reposo que necesita para cuajar. Perfecta para dejar hecha el día anterior.

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